El alegantín e ineficaz SCE

En las cartas que ha preparado el Gobierno de Canarias, dirigidas a los negociados de asuntos macaronésicos ultraperiféricos de Papá Noel y de los Reyes Magos respectivamente, se pide dinero e ideas para ultimar una estrategia de empleo para Canarias por un importe, millón arriba o millón abajo para gastos de bolsillo en asuntos de gestión y viajes, de 2.800 millones de euros.  En su lógica peculiar, primero se pide el dinero, después se ultiman los planes.

De momento, por aquello de que “burro amarrado, leña segura” dicen que esta estrategia será presentada el día 3 de enero al Consejo Asesor del Presidente, organismo lleno de funcionarios de sindicatos y patronales, que no de trabajadores y empresarios.  Y si los Reyes Magos no respondieran como espera la estrategia que se “ultima”, unos días más tarde, se presentará al comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, y al de Competitividad, Joaquín Almunia.  Eso será probablemente lo que suceda porque, al parecer, según filtran fuentes oficiosas de Oriente, sus Majestades dicen que ellos son magos, pero de mágicos, y no magos de El Sauzal, que es palabra igual pero no con el mismo significado.

Para demostrar a Tirios y Troyanos que se han portado bien, el Servicio Canario de Empleo, SCE, alega que ha instruido a más de 112.000 personas este año, según noticia publicada el día 26 en La Provincia. Este servicio dependiente del Ejecutivo Autonómico, dirigido por la socialista Dominica Fernández, alegó en un comunicado que hasta el 15 de diciembre, ese es  el número de beneficiarios de las políticas de empleo y formación puestas en marcha en las Islas, que en su mayoría son desempleadas.  

Y puestos a alegar, hay una clara discrepancia entre el titular del periódico y el contenido de la nota, pues el propio SCE informa de que la formación llegará este año a unas 17.600 personas, siendo el resto de las intervenciones, y por lo tanto del gasto de dinero público, realizado en lo que ellos denominan “políticas activas de empleo”, que suelen concretarse en contratos de trabajo precario y temporal dentro de la economía no productiva en cabildos y ayuntamientos, que según el SCE han sido 4.424 personas, o en empresas subvencionadas y por lo tanto, y por definición, deficitarias en la economía libre de mercado.  En otras palabras, dinero público para ganar votos políticos, no para construir un futuro económico en libertad.

El alegantín e ineficaz SCE dice que 63.000 personas han participado en acciones de orientación, itinerarios de empleo, tutorización y otras medidas para la inserción laboral.  Es evidente que tanta “orientación y tutorización” no ha dado apenas fruto ni ha servido de brújula para encontrar trabajo, a la vista de las cifras que se pueden analizar, y escandalizarse de paso leyendo el comunicado.  Y eso suponiendo, es Navidad, que por esas acciones se ha contratado a alguien y no ha sido por otras veredas adecuadamente pastoreadas.  Dice el DRAE que alegar, dicho de una persona, es citar, traer a favor de su propósito, como prueba, disculpa o defensa, algún hecho, dicho, ejemplo, etc.  También es exponer méritos, servicios, etc., para fundar en ellos alguna pretensión.  Pero para estos propósitos, es mucho más adecuada para la ocasión la definición que da la Academia Canaria de la Lengua del término derivado: “alegantín”, adjetivo que aplica a la persona que habla mucho, por lo general de forma intrascendente. “Me tenía loco de la cabeza esa alegantina”, pone como ejemplo y sin pretender señalar a nadie usando el femenino singular.  ¡Muchas alegantinas se están oyendo en el Gobierno de Canarias y en el ineficaz SCE!