Viviendo en San Borondón
Defiéndete de tus izquierdos
Pintadas como “Lucha por tus derechos” y otras variantes similares, unas con siglas de sindicatos o partidos y otras con “pacíficas” hoces y martillos
En
tiempos de profunda crisis, no sólo económica sino de fundamentalmente
ética y política, renacen cual Ave Fénix gentes ideológicamente
marginadas y mini partidos anclados en la nostalgia. Suelen volver a
desaparecer, como el mítico pajarraco, por el ayuno prolongado al que
los somete el aprecio público por sus despropósitos y propuestas tan
ruinosas como liberticidas. En su oportunista despertar, usan
profusamente para difundir sus proclamas y “cloquíos”
un medio de expresión propio de los años 60: el espray rojo o negro,
(curiosamente los colores del anarquismo, fascismo y comunismo), para
ensuciar paredes privadas o públicas por las que deberían tener un
máximo respeto, ya que es imposible pedirles un mínimo de educación
para la ciudadanía.
Pintadas como “Lucha por tus derechos” y otras variantes similares, unas con siglas de sindicatos o partidos y otras con “pacíficas” hoces y martillos (unas rojas de la sangre que las tiñe y otras negras como la muerte). No estaría mal que esas consignas fueran contestadas con otras igual de contundentes, que pintarrajearan algo así como “Defiéndete de tus izquierdos”, en una doble antinomia con las palabras lucha y derechos, aunque es poco probable porque los que así pensaran no suelen apetecer obligar a otros a gastar dinero público o privado limpiando lo que ellos ensucian con sus ocurrencias incívicas.
Hay quien piensa que cuando soplan de lleno los vientos alisios sobre Canarias, es el tiempo donde organizaciones sindicales, patronales y partidos políticos elaboran sus más pintorescas y no siempre autóctonas propuestas para la próxima primavera presupuestaria. Si la visión profética y meteorología de esos presuntos, en el sentido literal del término, agentes sociales es tan certera como cuando alabaron y aplaudieron hasta con las orejas la efímera “primavera árabe”, nos espera un “invierno caribeño” para helar vidas y haciendas de arriba abajo.
El proyecto de presupuestos públicos para Canarias en el próximo año solo pueden ser calificados “resignados” para los negociados locales de UGT y CC OO, apéndices del PCE y del PSOE. Hay quien llama a esas oficinas “embajadas o misiones comerciales” en las nuevas nacionalidades españolas, eso que antes llamaban “distintas sensibilidades”.
Y es que en estos tiempos eufemismos y juegos semánticos privan a la
casta política a la hora de disimular sus derroches y evitar los ahorros
en el Tesoro Público, institución de la que se habla pero que nadie
sabe decir a ciencia ciertas si hay telarañas o no las hay.
Esas organizaciones no quieren ser tan austeras como la sobrecogedora situación económica a la que, con su continua ayuda, los gobiernos de España y de Canarias de la última década han abocado. Ofrecen su fórmula, más propia de la “magia potagia” que de un sano sentido común. Presuponen que no es bueno ahorrar, menos si es en sus estructuras, quieren o exigen más gasto público, financiado con más ingresos obtenidos con más impuestos. Estos sindicatos, que no son todos los que existen, proponen dos medidas estelares. Una es imponer una tasa turística, al estilo de la fracasada en Baleares, para ayudar a la rehabilitación de la planta turística de las Islas, casi íntegramente en manos privadas. La otra medida es imponer una tasa a los cajeros automáticos, no está claro si es por tenerlos un banco o por usarlos el público, para “que la banca también contribuya a los ingresos públicos”. Visto lo visto, aunque no se quiera tomar en serio lo poco serio, ¿no es ya importante comenzar a defenderse de las reclamaciones de “derechos” de los “izquierdos”?
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.







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