El ministro recalcó el impacto que estos paros tendrían en España, debido a la alta dependencia del país de las conexiones aéreas
El ministro español de Industria, Energía y
Turismo, José Manuel Soria, ha pedido a Iberia y a los sindicatos que
actúen con "responsabilidad" para lograr un acuerdo que evite las
huelgas anunciadas contra el plan de reestructuración de la empresa, ya
que "no benefician a nadie".
"Apelamos a la responsabilidad de las partes implicadas para que eviten estas huelgas que, desde luego, no benefician a nadie, ni a España, ni a la economía española, ni tampoco a la dirección de la empresa y a los trabajadores", dijo Soria a la prensa durante un receso del consejo de ministros de Competitividad.
Soria pidió a Iberia y los sindicatos, reunidos desde primera hora de esta mañana para acercar posturas y evitar las seis jornadas de huelga convocadas en los días previos a la Navidad, que alarguen el encuentro el tiempo necesario para lograr un pacto.
"Esperamos que haya una solución y se desconvoque las huelgas en la reunión de hoy y, si no la hay, esperamos que esa reunión no se termine que haya una solución al problema", recalcó Soria.
Iberia ya ha señalado que acude a la reunión del SIMA con el objetivo de "intentar la desconvocatoria de una huelga que considera innecesaria y desproporcionada", mientras que fuentes sindicales indicaron a Efe que aunque no confían plenamente en que se pueda alcanzar un acuerdo, tampoco lo descartan.
Por su parte, "el Gobierno va a continuar apelando a la responsabilidad de las dos partes porque España no puede permitirse (una huelga) por muchos motivos", señaló el ministro.
Soria recalcó el impacto que estos paros tendrían en España, debido a la alta dependencia del país de las conexiones aéreas -en especial en regiones insulares como Canarias- y por la importancia del turismo para la economía nacional.
Los sindicatos UGT, CCOO, USO, Asetma y Sictpla han convocado huelgas para los días 14, 17, 18, 19, 20 y 21 de diciembre, en protesta por el plan de reestructuración de Iberia, que prevé 4.500 despidos.
Ese plan de reestructuración prevé el recorte de 4.500 empleos y una reducción salarial de entre el 25 y el 35 %, además de una disminución de rutas del 15 % y de la flota (25 aviones menos), y la segregación de actividades de mantenimiento y servicios en tierra.
"Apelamos a la responsabilidad de las partes implicadas para que eviten estas huelgas que, desde luego, no benefician a nadie, ni a España, ni a la economía española, ni tampoco a la dirección de la empresa y a los trabajadores", dijo Soria a la prensa durante un receso del consejo de ministros de Competitividad.
Soria pidió a Iberia y los sindicatos, reunidos desde primera hora de esta mañana para acercar posturas y evitar las seis jornadas de huelga convocadas en los días previos a la Navidad, que alarguen el encuentro el tiempo necesario para lograr un pacto.
"Esperamos que haya una solución y se desconvoque las huelgas en la reunión de hoy y, si no la hay, esperamos que esa reunión no se termine que haya una solución al problema", recalcó Soria.
Iberia ya ha señalado que acude a la reunión del SIMA con el objetivo de "intentar la desconvocatoria de una huelga que considera innecesaria y desproporcionada", mientras que fuentes sindicales indicaron a Efe que aunque no confían plenamente en que se pueda alcanzar un acuerdo, tampoco lo descartan.
Por su parte, "el Gobierno va a continuar apelando a la responsabilidad de las dos partes porque España no puede permitirse (una huelga) por muchos motivos", señaló el ministro.
Soria recalcó el impacto que estos paros tendrían en España, debido a la alta dependencia del país de las conexiones aéreas -en especial en regiones insulares como Canarias- y por la importancia del turismo para la economía nacional.
Los sindicatos UGT, CCOO, USO, Asetma y Sictpla han convocado huelgas para los días 14, 17, 18, 19, 20 y 21 de diciembre, en protesta por el plan de reestructuración de Iberia, que prevé 4.500 despidos.
Ese plan de reestructuración prevé el recorte de 4.500 empleos y una reducción salarial de entre el 25 y el 35 %, además de una disminución de rutas del 15 % y de la flota (25 aviones menos), y la segregación de actividades de mantenimiento y servicios en tierra.
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