El Cabildo quiere desmarcarse de la política turística regional

El grupo de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria, formado por los partidos del Partido Popular (PP) y Centro Canario Nacionalista (CCN),  han pedido al Gobierno canario que les permita desmarcarse de la política turística regional. En una moción que presentarán al pleno insular que se celebrará este viernes defienden que esta medida es necesaria "para potenciar el mercado turístico de la Isla, en contra de las previsiones adversas que prevé la aplicación de la nueva normativa autonómica de ordenación del sector turístico en Canarias".

La medida reclama, entre otros, que Gran Canaria "tenga capacidad de decisión sobre su propio modelo turístico, que tiene como eje dos cosas: El desarrollo de Gran Canaria y la generación de empleo en Gran Canaria".

La moción apunta que la consolidación de la moratoria turística como "una medida definitiva impide el desarrollo turístico de Gran Canaria, perpetúa un marco que penaliza el crecimiento ordenado de Gran Canaria". Entre otras medidas, la moción recuerda que "no posibilita la autorización de establecimientos extrahoteleros en suelo urbano, que es una oferta con creciente demanda entre potenciales clientes o turistas que ven en Gran Canaria un destino perfecto para sus intereses de descanso en la Isla. Este hecho afecta de forma negativa a Las Palmas de Gran Canaria que requiere regularizar su oferta turística con su condición de Ciudad Cosmopolita y Atlántica".

Además de mermar la capacidad de los Cabildos, el Pleno reprocha en la moción aprobada que la denominada moratoria elaborada por las autoridades autonómicas "es lesiva para buena parte de los intereses hoteleros de Gran Canaria, y pone en una situación muy difícil a diversos complejos hoteleros y extrahoteleros de la Isla".

El Cabildo de Gran Canaria exige a las autoridades autonómicas, "si están interesadas en la renovación del destino Canarias", pero también en el desarrollo sostenible y en el empleo, "que se facilite la dinamización de la economía dejando que sean las propias Islas las que arbitren y decidan su ritmo y modelo de desarrollo, acercando así a la Administración al ciudadano y dando facilidades al empresario para realizar inversiones que generen empleo".