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La incertidumbre

SEGISMUNDO URIARTE DOMÍNGUEZ Jueves, 26 de Julio de 2012 Tiempo de lectura:

Cada día los españoles nos levantamos con la incertidumbre que produce la economía

Cada día los españoles nos levantamos con la incertidumbre que produce la economía. Los distintos medios de comunicación nos traen noticias que nos despiertan muchos interrogantes y generan diversas opiniones casi todas inclinadas a que España se verá forzada a pedir al fondo de rescate ayuda para la compra de deuda. Algunos piensan que no habrá un rescate formal, pero nuestro país se verá sometido a un plan impuesto por la troika.


A muchos les asalta la duda de si las medidas económicas, que tan mal están siendo recibidas por muchos ciudadanos, son sólo un parche de cara a la galería. Hay quienes piensan que el gobierno debería haber aprovechado la situación para hacer un replanteamiento de la estructura del Estado, demasiado cara y poco eficiente. Ahora, sin embargo, el gobierno debería lanzar una ofensiva diplomática, dar un puñetazo sobre la mesa,  para lograr salir de esta situación, para lo que sería necesario un pacto de Estado.


Da la sensación de que da igual las reformas que aquí se hagan porque el diferencial sube y sube cada día más y que alguien se está enriqueciendo mucho con la extraordinaria rentabilidad de la deuda española, parece que estuvieran estrujándonos, empezando por los especuladores que juegan a la ruptura del euro y que nos están empujando hacia la petición de ayuda o, lo que es lo mismo, un rescate light.


Hay una cosa en la que parece estamos casi todos de acuerdo: tenemos un Estado demasiado caro. Hay que reducir su tamaño. Pero, a la vez, hay que generar confianza en el futuro. El gobierno debe involucrar al país en un esfuerzo común para salir de la crisis. Todos tenemos una parte de responsabilidad. Y, ciertamente, los políticos tienen que dar ejemplo. El recorte de la administración debe empezar por la clase política.


Pero no sólo hay que dirigir la mirada hacia el adelgazamiento del Estado, hay que tener en cuenta también que el aumento alarmante del fraude fiscal es uno de los problemas que aqueja a la economía. Es ahí donde se tiene que hacer un gran esfuerzo. A veces, subir los impuestos no consigue su objetivo. La clave está en hacer que todos paguen lo que tienen que pagar. Sin ingresos, las reformas no sirven para mucho.


En esta incertidumbre, muchos son los que miran hacia el Banco Central Europeo porque si el mismo compra deuda relajaría la prima de riesgo. Pero esa no es la función del BCE. Para comprar deuda directamente debería cambiar sus estatutos. Es verdad que la función del BCE no es ayudar a los países a solucionar sus problemas de deuda. Al menos, con sus actuales estatutos.


Probablemente, si Alemania tuviera los problemas de deuda que tiene España, ya se habría abierto el debate sobre la modificación de las funciones del BCE. En definitiva, el BCE actuaría de otra forma si Alemania quisiera que así fuese.


Que la prima de riesgo ocupe diariamente las portadas de todos los  medios de comunicación puede generar una ansiedad y una aversión al consumo, a la vez que somete al ciudadano a una tensión mayor. Pero ocultar la realidad nunca es una solución. La prima es un índice, como el desempleo o el crecimiento del PIB. Probablemente, a algunos les gustaría que ese examen, en lugar de diario, fuera de periodicidad anual. Pero no es posible.


Quizá los ajustes que se están llevando a cabo son necesarios, aunque muchos piensan que pudieron haber sido con otras medidas;  pero estos ajustes no están teniendo los  efectos esperados porque los mercados creen que España no va a cumplir los objetivos y que el proyecto del euro está en peligro. En esta situación, nuevos ajustes, por sí solos, no solucionarían nada y tal vez actuarían en sentido contrario, haciendo más dura la recesión.


Ante esta situación de incertidumbre, España necesita llevar a cabo una gran ofensiva diplomática. Es el momento de la política. También a nivel doméstico. Se necesita unidad y alianzas en Europa. Y, por supuesto, liderazgo.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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