Los residuos sólidos y su gestión insular (II)
El dilema empresa pública o privada queda en segundo plano, siempre que se hayan alcanzado los objetivos anteriormente señalados.
Los ciudadanos exigimos un servicio eficiente, que no suponga una subida de las tasas y que los distintos residuos se puedan reciclar, sin alterar el medioambiente; al mismo tiempo, que su tratamiento suponga una menor dependencia energética, con alternativas ligadas al biogás, biocombustibles con el tratamiento de los aceites alimenticios, y otras posibilidades que son viables en la actualidad, que facilitarían bajar la factura de las importaciones de los derivados del petróleo.
El dilema empresa pública o privada queda en segundo plano, siempre que se hayan alcanzado los objetivos anteriormente señalados. No todo lo público funciona bien, no todo lo privado es justo, de ahí la necesidad de una Consejería Insular que cumpla y haga cumplir en las contrataciones públicas claramente un plan insular de residuos sólidos ligados a una menor dependencia energética y a un menor impacto ambiental.
La Mancomunidad de Sudeste de Gran Canaria es una escuela digna de extender por todo la isla, con las adaptaciones y mejoras necesarias.
Por último, las contrataciones públicas debería evitar el control en una sola compañía privada, potenciando al empresariado canario que reinvierta sus beneficios en el Archipiélago.
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.








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