Biba llo y mi kurtura

En toda ciudad o pueblo más o menos grande, hay paredes que aparecen de la noche a la mañana llenas de pintadas de diversa índole.  Las más artísticas suelen utilizar algunos paramentos, cuidadosamente elegidos, que quedan verdaderamente embellecidos e incluso con valores estéticos dignos de admiración y no como el muro anodino que eran antes.  En esta categoría suelen encuadrarse los llamados “graffiti” y acostumbran a respetar el mobiliario urbano.  En Santa Cruz de Tenerife, pongo por caso, bajando la calle San Sebastián hay una enorme pared que da a un pequeño parque urbano en la que César Manrique pintó unos peces verdaderamente espectaculares.  Merece la pena admirarlos.

Hay otras actuaciones, que desde siempre se llamaron “pintadas” que suelen estar realizadas por partidos políticos de ultra izquierda anunciando huelgas generales y otras de sus cosas pintorescas.  Pertenecen a la categoría de vandalismo cívico y que “enguarran” lo que es de todos y que, si realmente fueran demócratas como pregonan, deberían respetar.  Lo peor del asunto es que la autoridad competente, dicho en sentido legal y no como sarcasmo, no se atreve a actuar contra ellos, por miedo a que estos indeseables los tachen de predemocráticos, eso los más cultivados dirigentes en sus despachos, y directamente de fascistas” los obreros del bote de spray y con pocas luces.  Esos mismos políticos multarían al “artista” sin dudarlo si el “anunciante” fuera una empresa privada.  Y además saldría publicado en la prensa.

Hay otra categoría más difícil de encuadrar, pues nunca se está muy seguro de si es una broma de mal gusto, una gamberrada o si obedece a que sus autores son víctimas del sistema de enseñanza público que tan poca cultura, educación, valores cívicos y formación proporciona a los alumnos, que no estudiantes.  En este caso se podría encuadrar una de las pintadas que orlan el logotipo de Capital Europea de la cosa cultural para Las Palmas de Gran Canaria, situada cerca de la Plaza de Tomás Morales, sobre la enorme pared que limita el I.E.S. Isabel de España por el norte.  La pintada en cuestión, escrita como si fuera un lema sobre las casitas multicolores, dice:  “Kapital Heuropea de la Kurtura”.  Unos se reirán con la golfada, otros lloraremos por la irresponsabilidad social que eso implica.  Cuestión de ópticas y de tolerancia de los políticos que piensan que no deben perseguir estos desaguisados porque sus autores les votan.  Eso si lo que realmente saben hacer esos gamberros no es simplemente botar.

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