Este viernes, 10 de junio, a las 17,30 horas comienza un nuevo Ciclo de Conferencias con Los Riscos como protagonistas. El periodista y escritor Santiago Gil será el encargado de abrir esta ventana para observar el colorido entorno de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Bajo esa nueva mirada fija su discurso en 'La improvisación de la belleza', trazando una "recreación metafórica y de ficción en la que los riscos son los protagonistas de la regeneración de la belleza y la necesidad de seguir viviendo a pesar de todo lo que nos rodea", según destaca Santiago Gil. En este caso, observándolo todo desde el punto de vista del arte, la literatura y las personas que lo admiran porque "mientras exista una obra de arte nadie muere para los demás y un ejemplo de ello es, como del caos de los riscos sale una ciudad reconocible", resalta el escritor grancanario.
Este Ciclo de Conferencias se enmarca en el conjunto de actuaciones llevadas a cabo en torno a la exposición Riscos. Su finalidad no es otra que la de ofrecer nuevas herramientas para aproximarnos a los riscos desde la historia, el urbanismo, el arte y la literatura.
Los riscos no sólo son una parte esencial de nuestro tejido urbano, sino que constituyen un hito en nuestra historia cultural. A finales de los años veinte del siglo pasado, los riscos, al igual que los paisajes secos del sur de la isla, abandonaban su condición de meros estudios de luz para asumir un papel fundamental en el nuevo ideario estético que comenzaba a generarse desde la Escuela Luján Pérez.
El trabajo en la escuela en torno al libro de Franz Roh, Postexpresionismo.
El Realismo Mágico llevaría a Felo Monzón y, después a José Jorge Oramas y Rafael Clares a acercar a nuestras islas algunas premisas de la vanguardia europea en el marco del regreso al orden. Llega así el clasicismo de Picasso y llega, también, el eco del impacto que la obra de Roh provocó en otros jóvenes artistas del momento como Salvador Dalí. Las casas de colores de Oramas, aquellos cubiletes de silencio que Agustín Espinosa elogiara, habrían de tener hondas repercusiones en la cultura canaria de posguerra.
La muerte de Oramas, a quien se le dedica una antológica en el salón Saint Saens del Teatro Pérez Galdós en plena Guerra Civil, no acabaría con su legado y su obra mercería una importante revisión en los años noventa de la mano del CAAM que llevaría finalmente a nuestros riscos al MNCARS en 2003.
Pero, el risco va mucho más allá de Oramas, como tendremos oportunidad de conocer a lo largo del ciclo de conferencias. El urbanismo y la palabra que se enreda por los callejones y sube y baja laderas con nombres de santos que nos ayudarán a descubrir espacios y letras con otras miradas.







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