Día de las Fuerzas Armadas

Como cada año, el 28 de mayo, se celebró en Las Palmas de Gran Canaria el Día de las Fuerzas Armadas. La edición de este año tuvo lugar en las instalaciones de la Base Naval, el “Arsenal” para los más veteranos del lugar y así sigue leyéndose en la entrada al recinto. A decir verdad, tal vez sea este un mejor emplazamiento para celebrar eventos de esta naturaleza, dado el espacio mucho más amplio y el ambiente castrense que allí se respira que el Parque de San Telmo, máxime cuando hoy en día la Base Naval es tan accesible como el otro. También permite que el numeroso público asistente, niños y mayores, visite la exposición de material y, al atardecer, asista a la parada militar con mayor comodidad y visibilidad. Como atractivo añadido está, además, ver de cerca y visitar los buques de la Armada que allí estén atracados. La parada militar comienza con el estacionamiento de las tropas que posteriormente desfilarán. Al poco tiempo van llegando ordenadamente las autoridades civiles, la Delegada del Gobierno, el Presidente de la Audiencia y el Alcalde de la ciudad, entre otras autoridades y cuerpo consular, que tras el saludo protocolario a la bandera, se sitúan en el lugar reservado a la presidencia. Con la llegada del General Jefe del Mando Aéreo de Canarias, comienza la revista a las tropas allí estacionadas. Al finalizar, saluda a las autoridades civiles y militares allí presentes y se sitúa en el podio para presidir el resto de los actos castrenses. Tal como se había anunciado, la bandera española es arriada y plegada con gran ceremonial mientras suenan los acordes del Himno Nacional y el público guarda un respetuoso silencio, para ser entregada a la ciudad en la persona de su Alcalde, Don Jerónimo Saavedra Acevedo, que la recibe complacido. De inmediato comienza lo que es la parte más emotiva de este tipo de actos, que es la ofrenda de una corona de laurel a los pies del monolito que recuerda a todos los que dieron su vida por España, sin distinción entre civiles o militares, ni ningún otro tipo de consideración. Mientras la corona es llevada al monumento, la banda de música del MACAN interpreta la canción “La muerte no es el final”, que es coreada por la tropa, transmitiendo una emotividad especial a la ceremonia: Cuando la pena nos alcanza del compañero perdido, cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza. La parada militar concluye con el desfile de las tropas, bajo los últimos rayos dorados del sol cuando cae la tarde. El público asistente aplaude a los soldados que marchan con marcialidad, muchos de ellos familiares y amigos. Cuando termina el desfile, algunos de esos jóvenes soldados, hombres y mujeres, piden una foto para enviárselas a sus novias, novios o padres lejanos. A todos ellos, los que ofrecen sus mejores años en las Fuerzas Armadas de España, tengo el honor de ofrecerles este pobre reportaje fotográfico, realizado con no muy buenas condiciones de luz, pero con todo el afecto de que soy capaz. El evento se cerró con un doble concierto, el ofrecido por la Banda de Cornetas y Tambores de la Brigada de Infantería Ligera Canarias 16, con piezas basadas en toques militares, y por la Unidad de Música del G.C.G. del Mando Aéreo de Canarias. Un numeroso coro de soldados interpretó muy acertadamente tres piezas, dos de ellas temas clásicos de zarzuela: “Soldadito español” y “La Banderita”. La tercera fue un homenaje a la Bandera de Veteranos de las Fuerzas Armadas, cuya primera estrofa dice: Hasta el crepúsculo final de mis días enarbolando mi enseña estaré. No me importa el avatar de mi vida, que las fuerzas ya tenga perdidas, que hasta el último aliento daré. En resumen, un bello y sentido acto castrense ofrecido por las Fuerzas Armadas al pueblo español y canario que han jurado defender. Ellos, que saben lo que es la guerra y el sufrimiento, luchan por mantener la paz allí donde quiera que los destinen.