Las migraciones históricas entre Tenteniguada y Tirajana

Por Felipe Enrique Martín Santiago

Hasta el presente los movimientos migratorios dentro de la isla de Gran Canaria han sido poco estudiados, la mayoría de los estudios se centran en la emigración canaria hacia a América. No somos tan pretenciosos para cubrir esa carencia con este pequeño artículo, es una simple pincelada histórica. Con la actual visión, ligada a las carreteras comarcales e insulares, enlazamos mediante la costa las cabeceras de los barrancos, con la configuración radial de los mismos, desde La Cumbre hasta la orilla de la Mar. Con un mayor conocimiento de los senderos y caminos reales de la Isla, nos adentra en el estudio de las migraciones entre barrancos, entre Tenteniguada y Tirajana, que desde el Saucillo hasta el Paso del Perro, si las piedras hablaran, nos contarían los sufrimientos y amorios de nuestros ancestros, los lazos familiares entre ambas poblaciones. La existencia de esos caminos y veredas, junto con las actividades agrícolas y ganaderas ligadas a la trashumancia que pervivía hasta hace pocas décadas, en claro proceso de desaparición. La alimentación en los meses poco o nada lluviosos, desde mayo a septiembre, unía en La Cumbre a distintas familias de los pagos y pueblos de Gran Canaria, de ahí la llamada del amor y de la sangre, de la familia, unida a las posibilidades de trabajo en la otra vertiente. Durante siglos, estas circunstancias favorecieron las migraciones internas. Las fuentes históricas, mediante la transmisión oral y las fuentes documentales, cruzando los datos obtenidos, nos aproximan al fenómeno que durante siglos, después de la conquista castellana, se produjo entre estos parajes. En Tenteniguada son conocidos por los "Tirajaneros", en clara alusión a su procedencia. Entre ellos, hemos certificado el asentamiento en la zona de los Navarro Ojeda, naturales de Rosiana (Tirajana), enlazados con los Peñate Hernández y estos con los Ramírez. Por otro lado, en el siglo XIX, la familia Ortega Ravelo, desde Valsequillo se asentó en Tirajana, enlazados con los Guerra, procedentes de Santa María de Guía, que nada tiene que ver con el linaje de Pancho Guerra, saga originaria de Teror y Tejeda. Serán los Guerra Ortega, con María de la Encarnación, nacida el 27 de noviembre de 1892 (libro 20 de bautismo de la iglesia de Tunte, folio 78 vº), los que tendrán su descendencia con el apellido Suárez Guerra, por el matrimonio de la última con Domingo Enrique Suárez Quesada, familia originaria de Teror; fácil de comprender la presencia por la importancia que tuvo el Camino de La Plata para unir la Villa Mariana con Tirajana. De igual forma, si retrocedemos hasta finales del siglo XVIII, podemos apreciar la presencia de Juan Navarro, natural de Valsequillo, que contrae matrimonio con Melchora de Araña Coruña. Su hijo Francisco Navarro Araña, residente en el Carcado de Perera, casado con Gregoria Ojeda, pueden ser el padre del Navarro Ojeda que retorna a Tenteniguada. De esta saga, María del Pino Navarro Santiago, nacida el 30 de abril de 1888, contrajo matrimonio con José Estupiñan Ramos, apellidos ligados al Señorío de Agüimes. Los Ramírez de Valsequillo, antes mencionados, con el hijo del matrimonio de Francisco Ramírez y María Vega, Antonio Ramírez, casado con María del Pino Sarmiento, nos adentra en estas migraciones internas. Al mismo tiempo, será su hijo Antonio José Ramírez Vega el que tenga que coger la maleta e irse a Ciego de Ávila (Cuba), regresando en el año de 1913. Queda pendiente un estudio profundo del tema, lo cierto que los guinderos que aportan en fruto del licor de guindilla, propio de Tirajana, se da también en Tenteniguada, echando raices esos lazos familiares históricos.

Felipe Enrique Martín Santiago

Licenciado en Geografía e Historia por la ULL.

Diplomado en Estudios Avanzados por la ULPGC.