Entre 35.000 y 40.000 personas se congregaron en Teror con motivo de la romería ofrenda en honor a la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria, según indicaron a Efe fuentes de la organización del evento.
Las 23 carretas de los 21 municipios de la isla, a las que se sumaron la del Cabildo y una representación de Candelaria, en Tenerife, se acompañaron, un año más, de los grupos folclóricos en su tradicional ofrenda a la virgen.
El evento religioso y folclórico, que en su pasada edición reunió 15 toneladas de alimentos para los más necesitados, fue presidido por el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, y seguido desde las calles que conducen a la Basílica de Teror por miles de romeros y turistas, además de por el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, y una amplia representación institucional del archipiélago.
El desfile lo inauguró el municipio anfitrión, Teror, que en esta ocasión escogió una decoración alusiva al 250 aniversario de la colocación de la primera piedra de la Basílica del Pino para adornar una carreta cargada con 700 kilos de comida.
A Teror le siguió la carreta del Cabildo de Gran Canaria, la representación del municipio tinerfeño de Candelaria; La Aldea de San Nicolás; Mogán; Valleseco; San Mateo y Santa María de Guía.
A continuación desfiló ante la patrona de Gran Canaria la delegación de Las Palmas de Gran Canaria con una carreta titulada "Profesiones tradicionales canarias: La caladora y el alpargatero", temática con la que la capital de la isla rindió homenaje a dos profesiones tradicionales prácticamente desaparecidas y a aquellos que han dedicado su vida a esa labor.
Doscientos kilos de fruta y verdura y productos elaborados como queso, pan y chorizo constituyeron parte de la oferta de Las Palmas de Gran Canaria a la Virgen del Pino.
La romería prosiguió con la participación de Artenara; Firgas, cuya carreta rememoró, con varias fuentes, el lema del municipio, "Villa del Agua"; Tejeda y Santa Lucía de Tirajana, que lució una reproducción de un taller de zapatería.
A ellas les siguió Telde, con un homenaje a las costureras; Agaete, Santa Brígida, Arucas, San Bartolomé de Tirajana, Moya y Valsequillo.
El cierre del desfile de carretas correspondió a las carretas de Gáldar, Agüimes e Ingenio.
El desfile lo inauguró el municipio anfitrión, Teror, que en esta ocasión escogió una decoración alusiva al 250 aniversario de la colocación de la primera piedra de la Basílica del Pino para adornar una carreta cargada con 700 kilos de comida.
A Teror le siguió la carreta del Cabildo de Gran Canaria, la representación del municipio tinerfeño de Candelaria; La Aldea de San Nicolás; Mogán; Valleseco; San Mateo y Santa María de Guía.
A continuación desfiló ante la patrona de Gran Canaria la delegación de Las Palmas de Gran Canaria con una carreta titulada "Profesiones tradicionales canarias: La caladora y el alpargatero", temática con la que la capital de la isla rindió homenaje a dos profesiones tradicionales prácticamente desaparecidas y a aquellos que han dedicado su vida a esa labor.
Doscientos kilos de fruta y verdura y productos elaborados como queso, pan y chorizo constituyeron parte de la oferta de Las Palmas de Gran Canaria a la Virgen del Pino.
La romería prosiguió con la participación de Artenara; Firgas, cuya carreta rememoró, con varias fuentes, el lema del municipio, "Villa del Agua"; Tejeda y Santa Lucía de Tirajana, que lució una reproducción de un taller de zapatería.
A ellas les siguió Telde, con un homenaje a las costureras; Agaete, Santa Brígida, Arucas, San Bartolomé de Tirajana, Moya y Valsequillo.
El cierre del desfile de carretas correspondió a las carretas de Gáldar, Agüimes e Ingenio.






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